Rei Koyama
Edad: 23 años
Sexo: Masculino
Tendencia sexual: homosexual
Modelo: Aún por decidir...
Rasgos físicos: piel clara, ojos grises, pelo negro y corto, alto, de constitución delgada ( no es un blandengue pero tampoco un Sansón) Tiene un tatuaje que le cubre todo el brazo izquierdo, 4 piercings en la oreja derecha, uno en la lengua y otro en la parte que acaba la espalda y empieza el culo.
Le gusta: fumar (hierba a poder ser), escuchar música (The Strokes, Nirvana, The Clash, Air supply, White Stripes, Placebo...), los pantalones de pitillo ajustados, gastados y rotos, sus viejas botas de piel, cantar, tocar la guitarra, el buen sexo, diseñar tatuajes y hacer piercings, los colores oscuros, su trabajo... es adicto a él, si pudiera dormiría en esa tienda de tatuajes y piercings, las emociones fuertes.
No le gusta: que se le acabe la hierba, que le juzguen sin conocerle, no tener a nadie con quien tener sexo cuando le apetece, que le digan que su manera de pensar o de actuar no es la correcta, los que se las dan de listos ( aunque él se las da un poco), los tatuajes MAL hechos, las típicas películas americanas con el "happy ending" le ponen de mal humor.
Historia: Su madre era japonesa y su padre americano. se crió en NY hasta los 10 años que fue cuando su padre abandonó a su madre y decidieron volver a japón. Vivió con su madre hasta los 15 que fue cuando su madre murió por culpa de una aneurisma cerebral después de muchos meses de estar hospitalizada. Después de eso sus vecinos (con quien tenía un buena relación ya que su única hija, Kanako, era de la misma edad que Rei y también su mejor amiga) decidieron que le acogerían en su casa hasta que pudiera mantenerse por él mismo, así que le criaron como a un hijo más. A los 17 años Rei dejó los estudios para ponerse a trabajar en una tienda de tatuajes de la ciudad; al principio era el chico para todo así que solo barría, limpiaba y hacia las plantillas que le mandaban para los tatuajes. Tes años después el dueño de la tienda decidió jubilarse y dejar esa tienda a manos de Rei. Desde entonces esa tienda es su devoción. Le encanta probar cosas nuevas y sentir emociones fuertes y eso le está trayendo muchos problemas últimamente... a él a todos los que están cerca de él.
Yuurei
Edad: aparenta 17
Sexo: Masculino
Modelo: Kid Delf Boy Bory
Make-up: LUTS custom
Wig: Sunny's Wondwerful World
Historia: Él es uno de los espíritus que Ryûji puede ver, y quizás es el más real; no solo puede sentir su voz y verlo, también puede sentir cuando le toca, evidentemente no es igual que si le tocara un humano pero la sensación es mucho más fuerte. Yuurei es el martirio y a la vez el consuelo de Ryûji. Él en su otra vida era igual que Ryûji, un niño que era diferente que los otros que sus padres abandonaron en un orfanato por miedo a lo que su hijo podía ver. La diferencia es que Yuurei no vivió en la misma época que Ryûji... Yuurei vivió en los años 50, sus padres intentaron de todos los tratamientos psiquiátricos y médicos para curarle su “enfermedad”, pero en esa época los tratamientos no eran como los de ahora, Yuurei recibió tratamientos de electrochoque durante unos 4 meses hasta que sus padres y los médicos desistieron. Entonces fue cuando Yuurei fue internado en un orfanato católico. Allí todos fueron alertados de su estado mental y creyeron que era un niño poseído por el diablo, fue marginado y aislado de todo el mundo, vivía en su habitación, nadie hablaba ni estaba con él... Lo único que hacían era darle la comida para que no muriera de hambre y rezar delante de su puerta para que el demonio en él se desvaneciera. Pero un invierno, a causa del frío y los pocos cuidados que recibía en aquel orfanato, Yuurei murió de una pulmonía. Ahora continua estando en ese orfanato, pero como espíritu. No recuerda su verdadero nombre y tampoco recuerda su verdadero aspecto físico. Desde la primera vez que vio a Ryûji supo que era como él (por eso adoptó su misma apariencia), sentía que tenía que ayudarle, él sabía qué era sentirse solo, no quería que Ryûji sintiera lo mismo...
Le gusta: estar/hablar/proteger/satisfacer/ayudar (…) a Ryûji, asustar a quienes no pueden verle, hacer travesuras, espiar...
No le gusta: estar solo, la religión, que no le hagan caso.
